Infecciones.

Infecciones de transmisión sexual mal tratadas como la gonorrea, Chlamydia Trachomatis, y otras; infecciones del testículo y epididimo (“orquiepididimitis”), o el compromiso testicular en las parotiditis (“paperas”) u otras enfermedades

Varicocele.

Dilatación varicosa de los venas espermáticas, más frecuentemente izquierda. Por mecanismos mal conocidos (aumento de la temperatura testicular, baja en los niveles de oxigenación testicular, o alteración en la eliminación de productos tóxicos) puede producir alteraciones en la producción espermática en cantidad, movilidad y forma. Su diagnóstico es por examen físico y ecodoppler color. Es frecuente en varones fértiles, en especial deportistas, por lo que su presencia no indica la necesidad de cirugía. En los casos asociados a alteración del semen aproximadamente la mitad mejorará luego de la operación. Esta mejoría lleva un período de 6 meses y alcanza el máximo beneficio al año de la operación, por lo que la oportunidad de la cirugía se analizará en forma individual.

Lesiones físicas.

Traumatismos testiculares, torsión testicular previa, o exposición reiterada a altas temperaturas como el caso de algunas profesiones (hornos o ambientes muy caldeados), muchas horas de manejo, el ciclismo o habitos como sauna, baños de inmersión muy calientes, etc pueden alterar la producción espermática

Tóxicas.

La radiación ionizante y/o quimioterapia aplicada en casos de enfermedades oncológicas, o la exposición laboral a rayos X, tóxicos ambienales o contaminantes industriales (plomo, insecticidas, pesticidas, herbecidas)

Testículos descendidos tardíamente o no descendidos (Criptorquidia o testículo en ascensor).

Alteración de nacimiento en la cual el testículo no completa su descenso a la bolsa escrotal. El tratamiento debe realizarse en la infancia en lo posible previo al desarrollo.

Drogas, tabaco y alcohol.

El fumar mas de 5 cigarrillos por día se asocia a una disminución de las posibilidades de concepción. La marihuana puede asimismo alterar la producción espermática y la función sexual. El uso de esteroides anabólicos común en los gimnasios se asocia a trastornos en la espermatogénesis.

Cirugías previas.

Cirugía correctora de hernia inguinal, escrotales, sobre el cuello vesical, prostata o vasectomía.

Obstrucciones de los cordones espermáticos.

Pueden ser congénitas o adquiridas, secundarias a infecciones o cirugías previas

Factor inmunológico.

Se debe frecuentemente a secuela de traumatismos, torsión, infecciones o vasectomía

Trastornos hormonales.

Falta de estimulación testicular por trastornos del hipotálamo y la hipofisis, hipotiroidismo,etc

Disfunciones eyaculatorias

Lesiones de la médula espinal.

Traumáticas o secundarias a enfermedades generales o neurológicas

Trastornos genéticos.

Asociados a trastornos en la producción espermática, la conformación peneana o la formación del conducto de transporte espermático.

Disfunciones sexuales

Idiopáticas.

Llamamos así a los casos en los que no se encuentra una causa tratable de la infertilidad masculina. Son la gran mayoría de los casos