Si no se produce la concepción, puede que su médico les solicite estudios para diagnosticar cualquier causa posible. Podrá parecer que estos son demasiados, pero están diseñados para evaluar cuatro elementos clave para la concepción:

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS EN LA MUJER:

1) DETECCIÓN DE ALTERACIONES HORMONALES

La ovulación normalmente se produce entre el día 12 y 16 del ciclo menstrual, considerando como el día uno, el primer día de la menstruación. Una mujer que tiene menstruaciones cada 25 a 35 días es, en considerad en principio, como “ovuladora”.

Métodos para diagnosticar la ovulación:

Análisis de la progesterona en sangre el día 20 a 24 del ciclo (5 a 8 días posteriores a la presunta ovulación): es el más empleado y se considera positivo con valores mayores a 5 ng/ml, y óptimo con mas de 10ng/ml.
Ecografía: permite evaluar el crecimiento del folículo, el engrosamiento del revestimiento uterino (endometrio) y el cuerpo amarillo luego de la ruptura folicular.
Análisis del pico de la hormona luteinizante (LH): se dosa la LH urinaria de 24 a 36 horas previas a la ovulación.
Temperatura basal corporal: constituye una forma barata y sencilla, aunque algo tediosa para la mujer.
La biopsia endometrial premenstrual: una forma biológicamente interesante de demostrar una producción normal esteroidea del ovario e indirectamente de que ha habido ovulación. Resulta molesta e incluso dolorosa, aunque las modernas curetas de plástico, que actúan por aspiración, disminuyen la incomodidad de las pacientes.

Es posible que se soliciten además entre los días 2º y 5º del ciclo:

  1. Hormona folículo estimulante (FSH)
  2. Hormona Luteinizante (LH)
  3. Estradiol
  4. Prolactina
  5. TSH (tirotrofina)
  6. Anticuerpos antitiroideos
  7. Testosterona
  8. Androstenediona
  9. Sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEA-S)
  10. Proteína fijadora de hormonas esteroideas (SHBG)
  11. Insulina

Las principales disfunciones ovulatorias serían:

  1. Poliquistosis ovárica
  2. Falla ovárica oculta
  3. Falla ovárica precoz
  4. Fase lútea inadecuada
  5. Disfunción hipotálamo-hipofisaria

(Ver «causas femeninas de infertilidad».)

El tratamiento de las alteraciones endócrinas consistirá en inducir la ovulación con diferentes drogas según el diagnóstico y la complejidad del tratamiento a realizar. (ver “Inducción de la ovulación”).

2) ALTERACIÓN EN LA MIGRACIÓN DE LOS ESPERMATOZOIDES:

El flujo o moco que se produce en el cuello uterino actúa como sitio de capacitación y reservorio en el cual los espermatozoides logran sobrevivir y moverse por más tiempo (de dos hasta siete días posteriores a la relación sexual).

Causas que alteran el moco cervical:
Infecciones
Alteraciones en la ovulación
Tratamientos previos en el cuello
Anticuerpos antiespermáticos
La principal prueba para valorar la migración espermática es la prueba de inseminación (PI) o prueba post-coital, la cual consiste en evaluar la cantidad y calidad de espermatozoides en el moco cervical de 5 a 24 horas posteriores a una relación sexual los días previos a la ovulación.
El tratamiento consiste en la normalización del moco con antibióticos si hay infección, estrógenos o estimulación de la ovulación. Si el tratamiento fracasa, se realiza inseminación intrauterina (IIU), al igual que en caso de factor coital (imposibilidad del contacto moco-semen con una relación sexual normal) o masculino leve.

3) ALTERACIONES ANATÓMICAS DEL ÚTERO Y DE LAS TROMPAS DE FALOPIO

Las principales causas de las alteraciones tubarias son:

Infecciones
Endometriosis
Secuelas quirúrgicas
A nivel uterino puede haber:
Malformaciones congénitas
Miomas uterinos
Pólipos endometriales
Sinequias
(Ver «causas femeninas de infertilidad».)

Los estudios que evalúan la integridad útero-tubo-peritoneal son:

Histerosalpingografía: se realiza en la semana siguiente a la menstruación y evalúa las alteraciones en la configuración del útero y la permeabilidad de las trompas de Falopio. Es una radiografía que permite visualizar el útero y las trompas mediante la utilización de un medio de contraste. Recientemente se ha incorporado la técnica “virtual” que permite muy buena visión especialmente de la patología de la cavidad del útero
Histerosonografía: es una ecografía transvaginal que, empleando un medio de contraste o simplemente solución salina, nos permite tener bastante información úterotubaria, aunque no reemplaza a la histerosalpingografía.
La ecografía con doppler color es altamente eficaz para detectar patología uterina y quistes ováricos. La realizamos en forma sistemática previo a cualquier tratamiento.
Laparoscopía o Histeroscopía: son estudios secundarios que se realizan únicamente cuando se completa el resto de los estudios o alguno de ellos despierte sospechas.
El tratamiento de este tipo de alteraciones se efectúa mediante una cirugía laparoscópica o histeroscopia con resctoscopia dependiendo de la localización de la alteración.

PRUEBAS DIAGNÓSTICAS EN EL VARÓN:

4) ALTERACIONES MASCULINAS.

El hombre puede presentar diversas anomalías que se pueden estudiar de diferentes maneras:

Espermograma completo: es la evaluación microscópica del volumen, calidad y cantidad de espermatozoides en una muestra de semen que podrá obtenerse por masturbación, coitus interruptus (no ideal) o con condones especiales que no presenten espermicida. La muestra debería ser trasladada a temperatura ambiente (no es bueno exponerla al calor) y entregada dentro de la hora de obtenida. La recolección de la muestra debe hacerse con una abstinencia sexual previa de 3 a 6 días en un frasco estéril descartable de boca amplia.

Ecografía y doppler testicular: permiten evaluar el tamaño testicular así como la presencia de varicocele.
Análisis de hormonas en sangre: hormona folículo estimulante (FSH), testosterona, hormona luteinizante (LH), prolactina, estradiol, y TSH se solicitan en caso de espermograma patológico

Estudio cromosómico: las anormalidades genéticas pueden ser una causa de azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen) u oligospermia (disminución en la cantidad de esermatozoides).
Biopsia testicular: es de mucha utilidad en pacientes con azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen) dada la dificultad en diferenciar las alteraciones en la producción espermática con la obstrucción del tracto reproductivo.

Vasografía: se realiza para diagnosticar obstrucciones frecuentemente junto con la biopsia testicular. Consiste en la inyección de una sustancia de contraste desde el escroto hacia la vejiga para evaluar la altura de las obstrucciones.
(Ver «causas masculinas de infertilidad».)

El tratamiento dependerá de la causa: se prefiere tratamiento quirúrgico para situaciones como varicocele, obstrucción de los conductos eyaculadores (desobstrucción por vía transuretral o aspiración de los espermatozoides) o en caso de que el hombre presente un tumor hipofisario productor de prolactina.También se puede realizar tratamiento hormonal en caso de haber alteraciones de este tipo u otros tratamientos que pueden mejorar las condiciones del semen. Igualmente, en muchos de estos pacientes según la edad y gravedad de la alteración se prefiere recurrir directamente a la fertilización asistida.